Poco más que añadir; mucha satisfacción en los rostros de los participantes, cientos de imágenes amables que se agolpan en nuestro recuerdo y un montón de lugares maravillosos e interesantes, todos ellos increíblemente adaptados a nuestras necesidades, que ofrecer a los visitantes de este paraíso.
Cantabria, que también es infinita en lo "social" y está abierta a nuevas experiencias, tiene otro concepto diferente y mucho más avanzado del turismo: que, en este caso, pasa de ser un simple reclamo para el negocio... a convertirse sencillamente en vida!!
Y allí estuvo ASOCYL, viviendo con intensidad.
Fotografías: Leandro Martínez