Sí, por fin!! Después de muchos meses de angustia hemos encontrado algo nuevo y bueno por lo que seguir luchando. Quizás, en estos tiempos difíciles, estemos diseñando lo que podría ser un modelo de vida más sostenible y desacelerado.
Algo en lo que prevalezca la solidaridad de verdad y en lo que el bienestar y la empatía cuenten más que la asfixiante búsqueda del beneficio y el prestigio social. Esta experiencia, larga, gris y desagradable, que no queremos repetir, va a permitir redirigir nuestras vidas y apartar de ellas lo que ya no sirve, lo que es superfluo e incomoda...
No queremos volver a los viejos patrones de comportamiento una vez que la crisis de la pandemia haya terminado y creemos que la fórmula acertada es hacerlo juntos, sólo así es posible construir un día a día más equilibrado y razonable. Tenemos miedo, casi tanto como al virus, a que haya gente que no reflexione y esté demasiado dispuesta a volver a las viejas estructuras.