El Carnaval ha sobrevivido a inmensas dificultades a lo largo de los siglos, triste sería que ahora, con esta maldita pandemia, viese llegar su final. Claro que no!! Las ganas de divertirse y divertir superan la situación, por muy grave que sea, y la inspiración encuentra mil fórmulas para que esta tradición, forzosamente adaptada por las circunstancias excepcionales, conserve toda su energía y pureza.
La creatividad e imaginación se ponen a prueba, una vez más, para ofrecer el mejor Carnaval posible. Si en años anteriores la participación activa era alta, ahora es absolutamente total, nadie se queda al margen!!