Simancas fue la última visita guiada de la temporada; sus monumentos, su historia y sus tradiciones quedaron escritos en el aire o, en algunos casos, en las palmas de nuestras manos. En una tarde calurosa disfrutamos, con auténtico interés, del buen trabajo de nuestros colaboradores y también de todos los secretos de la villa castellana. Gracias a Elena, que supo aproximarnos como nadie a su pueblo: Simancas, nunca olvidaremos esta nueva experiencia. El verano llama ya a la puerta de ASOCYL, es el momento de abrirla...