Hubo regalos y sorpresas para todos; para los más pequeños, también para los mayores, para los colaboradores y profesionales que trabajan con nosotros… y nadie mereció el temido carbón!! La ilusión de los Magos de Oriente llegó a ASOCYL antes que a ningún otro sitio… además fue la auténtica, una ilusión de la buena, la que nunca se ofrece a cambio de nada y mucho menos se vende, pero que se siente muy dentro.
Esa ilusión que nos da ánimos suficientes para trabajar con energía y para mantener intacta la esperanza de un futuro prometedor. Tras las fiestas, comenzamos ya a trabajar con ganas; el objetivo: NOSOTROS MISMOS.