Manifiesto de ASOCYL con motivo del Día Internacional de las Personas Sordociegas 2015
En este 2015,
coincidiendo con la celebración del Día Internacional de las Personas Sordociegas,
se abren, en todos los ámbitos, nuevos escenarios que ojalá vengan también acompañados
de oportunidades más justas y mejor distribuidas.
Con respecto a
nuestro colectivo, basta ya de tanta declaración de ‘buenas intenciones’ que
nunca se materializan, de reuniones improductivas en las que se ‘gestiona
nuestra vida’ sin contar con nosotros, de ayudas que jamás cubren nuestras
necesidades más básicas y de trámites interminables, para todo!, que, por
motivos obvios, suponen auténticos e insalvables obstáculos para las personas
sordociegas. Para conseguir simplemente el apoyo vital que precisamos, para que
se respeten nuestros derechos, aunque sólo sea por nuestra condición de
ciudadanos, es tiempo de pasar a la acción, de poner a trabajar la
imaginación, de las buenas prácticas, de
la solidaridad con mayúsculas y de más ‘hacer’ y mucho menos ‘hablar’.
Nos hemos
dejado mucho esfuerzo y mucha buena gente en el camino, pero seguimos con la
mano tendida para que ese objetivo de normalidad, sin más pretensiones, sea
pronto una realidad en la vida de las personas sordociegas y sus familias. Como
cada 27 de junio, todos los días del año creemos firmemente que cualquier
solución para la sordoceguera pasa obligatoriamente por el compromiso y el
sentido común. Es algo tan simple que, aunque sorprenda, nos emocionamos sólo
de imaginarlo.
Con una nueva
y esperanzadora etapa por delante; con la garantía de una trayectoria
consolidada, que hace de ASOCYL una referencia para las familias y motor para
muchas vidas condenadas a vivir en silencio y sin luz; con mil cicatrices
también, sí, sí, cicatrices e incluso heridas abiertas, que nos han hecho más
fuertes; llegará el día… que alguien, sin la necesidad de mover ni firmar un maldito
papel, nos diga: “esto para ti,... sencillamente porque ya te corresponde”
No puede ser
un sueño!! Que llegue pronto!!
Castilla y León, Junio de
2015