Lo que nadie se esperaba, el colofón perfecto para un espectáculo adaptado a la sordoceguera que superó los 90 minutos de duración, que mantuvo el suspense hasta el final y a todos los asistentes 'pegados' a sus butacas. El sordociego, interpretado por Kike, que durante todas las actuaciones había permanecido impasible, con la mirada perdida, sin ninguna expresión en su rostro, siempre 'descolocado' y caminando con notoria dificultad por el salón de actos... se incorporaba con energía al escenario como un bailarín más del grupo Pucela Dance. Sorpresa enorme y enseñanza para la reflexión: con una atención directa y especializada, labor que desarrolla como nadie ASOCYL, podemos conseguir todo aquello que nos propongamos.
Pucela Dance con su ritmo frenético, con su juventud, con esa marcha increíble y contagiosa marcó el apoteosis de la actuación. Se sucedieron, integradas en sus números de baile, continuas alusiones a aspectos relacionados con la sordoceguera que conquistaron al público definitivamente. Así destacamos un homenaje al bastón blanco y rojo, como elemento identificador del colectivo, que emocionó y difícilmente podremos olvidar. Todo se transformó en una maravillosa explosión de luz, de color, de sonido y de alegría compartida que nos hizo vibrar y, más tarde, comprender que el trabajo que realizamos en ASOCYL, desde hace más de 10 años, merece la pena. Ahora no puede haber excusas, ya somos muchos!!
Ha transcurrido más de un mes desde aquel feliz acontecimiento y, en la Asociación, aun continuan los ecos y comentarios de satisfacción acerca del DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS SORDOCIEGAS 2018, y las sugerencias, y las nuevas ideas,... así que tenemos ya interesantes propuestas y nuevos retos para el extraordinario evento de 2019. Juntos podemos conseguirlo!!
10 años de ASOCYL: vamos dejando rastro de buena gente