Estas imágenes, hace tan solo algunos años, nadie las hubiera podido imaginar. Las personas sordociegas, eternamente condenadas al aislamiento y a la incomunicación, nunca antes han podido disfrutar, con las adaptaciones necesarias, de las fiestas y tradiciones de su ciudad.
Así de sencillo, pero así de sorprendente es esa normalización que perseguimos... cuando toque disfrutar y divertirse por supuesto deseamos hacerlo como los demás, pero cuando sea cuestión de trabajo, dura labor en nuestro caso, y de responsabilidad queremos ser de los primeros.
Con la celebración de las fiestas de Valladolid 2018, hemos dado un paso más hacia la integración de nuestro colectivo; un paso de gigante pues ya no nos conformamos con los pequeños y tímidos pasos del inicio de nuestra trayectoria. No es ningún derroche irresponsable, al revés, es una inversión inteligente que trata de arrancar del silencio y la oscuridad a personas que viven atrapadas en sus propios límites.
Es el estilo ejemplar de ASOCYL, inconfundible e incansable, que no hace ningún milagro... por mucho que lo parezca. Con enorme imaginación, con mucho sentido común y muy poquitos medios hace que la vida sea vida, hace que la luz brille igual para todos y que las oportunidades, las pocas que tenemos, también puedan estar a nuestro alcance.
Respecto a este septiembre festivo que nos brinda nuestra ciudad, no finaliza todavía el compromiso. Aun resta una preciosa experiencia que desarrollaremos la próxima semana y de la que os informaremos convenientemente. El mágico y maravilloso mundo del circo nos abre sus puertas, se hace accesible para que las personas sordociegas también puedan soñar. Os lo contaremos todo con detalle!!
Así de sencillo, pero así de sorprendente es esa normalización que perseguimos... cuando toque disfrutar y divertirse por supuesto deseamos hacerlo como los demás, pero cuando sea cuestión de trabajo, dura labor en nuestro caso, y de responsabilidad queremos ser de los primeros.
Con la celebración de las fiestas de Valladolid 2018, hemos dado un paso más hacia la integración de nuestro colectivo; un paso de gigante pues ya no nos conformamos con los pequeños y tímidos pasos del inicio de nuestra trayectoria. No es ningún derroche irresponsable, al revés, es una inversión inteligente que trata de arrancar del silencio y la oscuridad a personas que viven atrapadas en sus propios límites.