A 2019 le pediríamos muchas cosas que se resumen en felicidad. No es posible que una persona sordociega sea feliz si está junto a alguien que no lo es; por supuesto que ni le podemos oír ni le podemos ver, pero esa conexión invisible nos hace sentir, de manera especial, intensa y poderosa, la alegría o la tristeza de los demás, la calma o la tensión, la ilusión por vivir. Claro que la felicidad es contagiosa!!
Pondremos el máximo empeño en aproximarnos a ti, en conseguir esa normalidad que se nos escapa entre los dedos; pero, por favor, haz que sea un buen año!! Intentemos, entre todos, que llegue el compromiso y el sentido común, que se nos devuelva la esperanza, que esos sentidos 'robados', que tanto nos duelen, nos alejen de la soledad y se traduzcan en progreso,... y, sobre todo, que, con la última uva, te notemos feliz para que nosotros también podamos serlo.
10 años de ASOCYL: nos interesa la felicidad,... de TODOS