Una vez más, y no será la única en este curso académico, hemos regresado, con nuestras sesiones informativas sobre sordoceguera, al Gregorio Fernández. En esta ocasión para tener un encuentro con los alumnos del Ciclo Formativo de Laboratorio Clínico. Pudiera parece que se trata de una especialidad que, profesionalmente, muy poco, prácticamente nada, tiene que ver con nuestro colectivo.
Hemos recibido una cariñosa acogida por parte de estos jóvenes y nos ha sorprendido su vivo interés y participación activa en algo que, aparentemente, no tendrá continuidad en su práctica profesional. Sólo nos limitamos a mostrar la realidad, a enseñar la vida,... Ya les hemos explicado que, dado el pequeño número de afectados por esta doble limitación sensorial, es bastante improbable que se encuentren a personas sordociegas, con su bastón blanco y rojo, esperando su apoyo para cruzar un paso de peatones, que tengan que intentar comunicarse con ellos utilizando algunos de esos sistemas táctiles que desconocen,...
Pero aun así, nos están ayudando, pues sólo conocernos y servirnos de altavoz, en nuestras más sentidas reivindicaciones, significa un importante impulso para nuestro progreso y aproximarnos a los objetivos que nos hemos propuesto!! Mil gracias.