Así hemos vivido en los últimos meses, condenados a 'no tocar', a no utilizar el sentido del tacto ni para comunicarnos, a pesar de ser, la lengua de signos apoyada, la exclusiva fórmula funcional que teníamos para hacerlo; ni para recibir la información necesaria, siempre urgente e imprescindible, sobre todo lo que estaba sucediendo en los momentos más duros de la pandemia; ni siquiera para reconocer a las personas y objetos de nuestro entorno. ¿De verdad alguien ha pensado en la sordoceguera cuando se establecieron las medidas sanitarias antiCOVID? Efectivamente, han sido preventivas, han sido restrictivas,... pero para nuestro colectivo además irresistiblemente inhumanas.
Cuando percibimos un 90% de lo que ocurre a nuestro alrededor a través de las manos, hemos estado con ellas 'atadas' y sometidos a un interminable juego de las adivinanzas que nos ha dejado en el más profundo aislamiento. No, no, en absoluto se trata de mala fe, ha sido ese desconocimiento terrible que nos aleja de una realidad que nos asusta y, después de tanto tiempo, aun no sabemos resolver.
'Algo estoy tocando' por Epifanía García - MIRADA ATRÁS 13
Confiamos que todos hayamos aprendido la lección y, en adelante, se pongan los medios precisos para que llegue el verdadero equilibrio y solidaridad. En el video MIRADA ATRÁS de esta semana se refleja, a través de una anécdota infantil, cómo, en todas las etapas de la vida, nuestras manos son protagonistas de emociones y sentimientos. Queremos compartirlo también contigo!! Merece la pena!!
LAS MANOS VACIAS Y LIBRES SON LAS QUE MEJOR SIRVEN A LA SORDOCEGUERA