Luz que abra caminos, mentes y corazones; que nos aleje de la soledad y de la incomunicación; que no ponga límites a nuestra realidad, a nuestra auténtica capacidad y nos haga más iguales a ti.
Luz, que además rima con 'salud' y, en estas circunstancias, es lo que de verdad importa. Gracias a los que, de una manera u otra, siempre están atentos a resolver nuestras necesidades y ofrecernos sus cuidados.
Luz y energía suficiente para 365 días de inspiración y progreso, que se materialice en acciones y servicios adaptados a la sordoceguera, que es el objetivo esencial por el que trabajamos día a día, nuestra única razón de existir. Ya nos sobran las palabras, las promesas y todo aquello que dilate en el tiempo la consecución de lo que dicta el sentido común.
Que 2022 no se apague, que no le dejemos apagar!!
FELIZ AÑO NUEVO