No puede estar pasando!!, hace justo una semana, en las noticias de ASOCYL, informábamos puntualmente a nuestros socios sordociegos de la amenaza de una intervención rusa en Ucrania. Evitábamos el término 'guerra' porque el simple uso de esa palabra es terrible... y sucedió!!
Centrados en escapar de una brutal pandemia, que se ha extendido durante todos estos meses, reclamando protección y atención hacia la salud, se nos olvidó pedir también por esa PAZ fundamental para que la vida siga, para que la normalidad regrese, para eliminar todo aquello que nos duele y que, sin duda, dejará amargas cicatrices.
No comprendemos, por mucho que nos lo expliquen, esta locura que mata, que destruye y que aleja irremediablemente del sentido común y de la condición humana. No puede haber mayor escaparate de injusticia y crueldad que un enfrentamiento armado. Para qué sirve entonces la palabra? Suponíamos que conectaba a la gente, a los pueblos,... que limaba asperezas y que, sobre todo, era vehículo de solidaridad, pero comprobamos, con angustia, que el entendimiento no es posible.
Seguiremos atentos para que muy pronto se apaguen esas alarmas antiaéreas que impresionan, los gritos de dolor y el llanto, el silencio de los que lo han perdido todo,... para que además se borren definitivamente esas imágenes del miedo que están dando la vuelta al mundo,... de lo contrario, nunca habrá vencedores, sencillamente perdemos todos. Pidamos PAZ, exijamos PAZ,... es lo poco que podemos hacer.
Para conseguir la paz se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra