Hace tiempo que nos hemos quitado la máscara de perfección y hemos abrazado nuestra vulnerabilidad, que no es sinónimo de debilidad, sino de fuerza y valentía al mostrarnos tal y como somos.
Que nuestros logros, grandes o pequeños, tengan ese motor interno que, aunque no lo parezca, siempre nos impulsa y no el externo que, al fin y al cabo, solo sirve para cumplir con expectativas ajenas y hacernos creer más valiosos ante los ojos de los demás.
Lo saben bien nuestros amigos del Colegio Ntra. Sra. del Pilar que, una vez más, han acogido, con enorme cariño, a ASOCYL, para que casi un centenar de alumnos de 1º ESO conecten con la sordoceguera y podamos hacer juntos un recorrido enriquecedor. Gracias!
Cuando continua e incansablemente huimos del fracaso, nos perdemos, sin duda, las más valiosas lecciones de vida