Admiró nuestra nueva sede social y nos felicitó por nuestra trayectoria; saludó cariñosamente a todos; se interesó por nuestras actividades adaptadas y por todos los servicios de atención directa que prestamos; se sumó entusiasmado a la campaña del bastón bicolor; se unió, como un compañero más, a nuestro excelente equipo de profesionales y colaboradores; se comunicó con nosotros y nos habló de sus preocupaciones por nuestra ciudad; se impresionó con nuestras necesidades; nos ofreció su apoyo, su ayuda, su tiempo, la implicación de los suyos... para que también las personas sordociegas pudiéramos sentir y emocionarnos; animó como nadie a nuestras familias y garantizó que, con ASOCYL como referencia, alcanzaríamos nuestros sueños; hizo de guía, de amigo,... pretendía estar un ratito con nosotros para conocernos y, con su presencia, arrasó desde el primer instante y consiguió uno de los momentos más brillantes en la historia nuestra entidad.
Hablamos del Alcalde de Valladolid, nuestro amigo, que llegó siendo prácticamente un desconocido y que ahora, quiera o no quiera, se va a tener que quedar para siempre con nosotros. Aun incapaces de reaccionar, no olvidaremos nunca esa jornada del 14 de octubre... Gracias por hacerla posible Oscar, Rafi, José Ignacio, Marta, Jorge, Gerardo, Mónica, Alberto,... todos!!
Apareció en la puerta de ASOCYL con una amplia sonrisa y nos prometió que pronto volvería... con soluciones, con fórmulas para la participación, con nuevas oportunidades para la mejora de nuestra autonomía personal y lograr mayor calidad de vida. Lo cumplirá, estamos seguros.
Pura energía, muy buena gente!!
Pura energía, muy buena gente!!
