Tantos meses preocupados enormemente por la salud que la paz quedaba siempre en segundo plano. Todo aquello que nos aleja del dolor, propio o del conjunto de la sociedad, debiera convertirse en prioritario y situarlo, con urgencia, en el centro de nuestros objetivos. Es evidente que es muy difícil avanzar si no lo hacemos juntos.
En ASOCYL, impresionados cada día por las noticias que llegan de una guerra absurda, seguimos con la programación prevista para esta extraña primavera, iniciativas que, aun cumpliendo sus propósitos, no pueden sustraerse a un intenso sufrimiento teñido de azul y amarillo. Es verdad que las personas sordociegas no pueden percibir por dos de los más importantes sentidos que posee el ser humano, pero claro que pueden sentir y ese sentimiento, con todos sus matices, nos reafirman en nuestra condición esencial: antes de nada somos personas!!